Con lo que resta de las vacaciones escolares, previo al inicio del curso lectivo 2023 en febrero próximo, aumenta el uso de vehículos motorizados, o no, en mares, ríos y lagunas, y con ello vienen los riesgos de accidentes.
En ese sentido, Nelson Soto Corrales, director de la Dirección de Navegación y Seguridad, adscrita a la División Marítimo Portuaria, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), emitió una serie de consejos y recomendaciones para estas situaciones.
Así, toda persona que viaje a bordo de una embarcación, ya sea por recreación o para traslado entre destinos, debe cumplir ciertas normas básicas de seguridad. La misma premisa aplica para quienes ofrecen esas actividades y servicios.
En ese sentido, el funcionario destacó que las embarcaciones deben mantener a bordo, visibles y de fácil acceso, chalecos salvavidas certificados en buen estado, cuya cantidad está determinada por la cantidad de personas autorizada a bordo, que se indica en el certificado de navegabilidad de cada embarcación.
Si bien los pasajeros no son expertos, pueden revisar que las correas de los chalecos salvavidas no estén rotas o con excesivo deterioro, que los cierres/broches ajusten adecuadamente y que existan chalecos salvavidas para adultos y niños, cuando así sean requeridos por los pasajeros.
En esa misma línea, los chalecos salvavidas deben usarse siempre que se navegue en embarcaciones de casco abierto, tipo panga. Adicionalmente, toda embarcación dedicada al transporte de pasajeros debe mantener a bordo la cantidad de aros salvavidas indicada en el certificado de navegabilidad, equipo que debe ser lanzado al mar, laguna o río cuando una persona cae al agua por accidente.
Estos consejos buscan reducir los riesgos en caso de una emergencia al navegar, ya que muchas personas se enfocan en la parte lúdica del viaje. Piensan en que no se les moje el celular, en avistar ballenas, en llegar a su destino, pero se olvidan de aspectos fundamentales de seguridad, que deben exigir al propietario y al capitán de la embarcación. El chaleco salvavidas certificado es básico dentro de las medidas de seguridad.
Asimismo, Soto Corrales solicita a las personas que verifiquen que la embarcación cuente con el Certificado de Navegabilidad vigente, documento que obtiene toda embarcación que apruebe satisfactoriamente la inspección técnica a la que son sometidas anualmente. Este documento garantiza que la nave cumple con todos los requisitos de seguridad, conforme a su autonomía de navegación y en apego al marco jurídico vigente.
No navegar de noche si la embarcación no tiene las condiciones para ello, como por ejemplo un sistema de luces; posponer un viaje recreativo cuando las condiciones climatológicas sean adversas también es otra recomendación, así como verificar que la embarcación tenga extintor(es) de fuego, foco y otras medidas de seguridad.
“Las personas no deben asumir riesgos innecesarios. Se puede entender que trasladarse desde el Valle Central al Caribe, para hacer rafting o desplazarse al Pacífico Sur para salir a avistar ballenas o subirse en una banana o en un kayak en el Pacífico Norte requiere tiempo y dinero; pero si, por alguna razón, no están dadas las condiciones, es mejor posponer la actividad; un mar picado, pronóstico de tormentas, un río con riesgos de una cabeza de agua o el avistamiento reciente de cocodrilos son factores que deben hacernos reflexionar sobre si es adecuado embarcarse en ese momento o buscar opciones con el operador del tour”, aconsejó el funcionario.
Finalmente, evitar subirse y recostarse en las barandas del barco, son medidas que se deben adoptar por seguridad, ya que el movimiento provocado por el oleaje podría generar una caída al agua.
Comunicamos en positivo 